La ley que destapa los papeles de Jeffrey Epstein, el esc??ndalo que sigue sacudiendo a Donald Trump: su nombre aparecer??a 1.700 veces

Si algo ha definido la carrera pol??tica de Donald Trump es su asombrosa capacidad para sobrevivir a todo. Algo que demostr??, y con creces, hace exactamente un a??o cuando se impuso en las elecciones presidenciales contra Joe Biden pese a enfrentar dos juicios de destituci??n previos, cinco procesos criminales y m??ltiples esc??ndalos.

De ah?? el bien ganado apodo que circula entre fan??ticos y cr??ticos de ???Tefl??n Trump???, porque nada se le pega.

Nada, excepto el fantasma de Jeffrey Epstein, el multimillonario y ???examigo??? del presidente acusado de abusar sexualmente a decenas de menores de edad y que, aparentemente, se suicid?? en prisi??n en agosto 2019 justo cuando estaba por enfrentar a la justicia.

Esta semana, y desde su tumba, Epstein le propin?? al l??der republicano su primera gran derrota pol??tica desde que regres?? a la Casa Blanca en enero pasado. El mi??rcoles, el Congreso aprob?? por mayor??a absoluta un proyecto de ley que ordena al Departamento de Justicia publicar todos los archivos que tiene su poder sobre el caso del pederasta.

En teor??a, m??s de 300 gigabytes de evidencia que fue recopilada durante las dos d??cadas de investigaciones en su contra ser??n liberadas en un plazo m??ximo de 30 d??as que se cumplir??an el pr??ximo 19 de diciembre.

La medida, que requer??a sanci??n presidencial, fue avalada a rega??adientes por Trump, luego de pasar cuatro meses utilizando todo su m??sculo de poder para impedir que el Congreso aprobara el proyecto.

Fue tal la presi??n Ejecutiva que Mike Johnson, presidente de la C??mara baja y aliado incondicional de Trump, cerr?? el Legislativo durante seis semanas para intentar bloquear el avance de la iniciativa.

Sin embargo, los republicanos, que no quer??an lucir como encubridores de lo que gest?? el caso Epstein y con las elecciones intermedias a la vuelta de la esquina, terminaron por llevar al presidente a darles su aval el domingo pasado para que votaran a favor. As?? sucesi??, salvo Clay Higgins, trumpista de Luisiana y miembro del ultraconservador Caucus de la Libertad de la C??mara de Representantes.

Eso s??, a lo largo de todos estos meses no pas?? desapercibido que el mandatario ten??a el poder para autorizar la publicaci??n de los archivos sin que el Congreso aprobara la ley.

Precisamente, una pregunta sobre dicha incongruencia desat?? la furia de Trump contra una periodista a la que en respuesta le dijo: ???c??llate, cerdita???.

??Qu?? contienen exactamente los archivos Epstein? Es algo que nadie sabe con certeza. El l??der republicano lleva a??os negando cualquier acto inapropiado con menores y esta semana insisti?? en que no ten??a nada que ocultar.

Pero, cada vez que han salido a la luz p??blica extractos de los archivos surgen nuevos detalles que ponen al presidente en una posici??n inc??moda.

Por ejemplo, la caricatura revelada por el Wall Street Journal hace algunos meses que, supuestamente, habr??a sido dibujada por Trump para un libro de cumplea??os de Epstein en el que el ahora presidente le recuerda que ???comparten ciertos gustos???. Algo que el republicano niega.

Tambi??n est??n los documentos divulgados la semana pasada por la C??mara de Representantes donde aparecen una serie de correos electr??nicos del millonario en los que se refiere a Trump como ???el perro que no ha ladrado???, con relaci??n a la investigaci??n en su contra, y afirma que el mandatario ???sab??a lo que ocurr??a en su casa???.

La relaci??n entre ambos est?? ampliamente documentada. A lo largo de las d??cadas, han sido publicadas fotos de ambos juntos en Mar-a-Lago, fiestas en Palm Beach, eventos sociales en Manhattan y m??ltiples testimonios de conocidos comunes.

Durante los a??os 90 y principios de los 2000, Trump y Epstein se codeaban dentro del mismo c??rculo de millonarios, promotores inmobiliarios, banqueros y celebridades. El presidente incluso lleg?? a describir a Epstein como un ???tipo fant??stico??? al que le gustaban mucho las mujeres j??venes.

El abrupto final de su amistad, sin embargo, sigue siendo materia de debate. La versi??n de Trump es que lo expuls?? de Mar-a-Lago por ???comportarse como un enfermo??? con una joven trabajadora. Otros hablan de una disputa por la compra de una mansi??n en Palm Beach que ambos quer??an adquirir.

Pero nada de eso se compara con las acusaciones que ya para entonces circulaban alrededor de Epstein: testimonios de menores abusadas, redes de reclutamiento, fiestas en las que presuntamente ofrec??an ???j??venes hermosas??? a sus invitados, vuelos en el llamado Lolita Express y una lista de nombres que inclu??a desde Andr??s de Inglaterra, que perdi?? su t??tulo de pr??ncipe por el esc??ndalo, hasta Bill Clinton y muchos otros.

Ese trasfondo es lo que explica por qu?? el tema Epstein se convirti?? en una obsesi??n, especialmente dentro del movimiento Maga (Make America Great Again, que el mismo Trump cre??).

Aunque su origen emana del movimiento conspirativo QAnon y la idea de que existe una c??bala de ped??filos sat??nicos dedicada a abusar a menores y que se protege a s?? misma a trav??s de fiscales afines y medios aliados, el tema lentamente se convirti?? en un mantra de un importante sector del partido republicano.

Trump supo leer ese sentimiento y se mont?? en ??l. Durante la campa??a electoral del 2024 prometi?? en repetidas ocasiones que, si regresaba a la Casa Blanca, publicar??a todos los archivos del caso Epstein bajo la idea de enfrentar al famoso ???Estado profundo??? del cual, dijo, ??l tambi??n era una v??ctima.

Pero, una vez en el poder, la ecuaci??n cambi?? por completo.

En junio de este a??o, la fiscal general Pam Bondi, nombrada por Trump, anunci?? que tras una ???revisi??n exhaustiva???, el Departamento de Justicia no hab??a encontrado conductas criminales adicionales para investigar en el caso Epstein. Y que, por tanto, el expediente quedaba oficialmente cerrado.

El anuncio cay?? como una bomba. Entre los Maga, la indignaci??n fue inmediata. Foros, transmisiones de influencers de derecha y legisladores afines al trumpismo explotaron con nuevas teor??as de conspiraci??n que fueron secundadas por un partido dem??crata ansioso de darle un golpe al todopoderoso presidente.

Lo m??s doloroso para el mandatario fue que la presi??n que hoy lo tiene contra las cuerdas no vino solo de sus oponentes pol??ticos.

Dentro de su propio movimiento se gest?? una aut??ntica rebeli??n. La l??der de esa insurrecci??n fue Marjorie Taylor Greene , quiz?? la aliada m??s leal que Trump tuvo durante los ??ltimos seis a??os y que el viernes anunci?? su renuncia a la C??mara de Representantes por esta disputa.

Fue Greene, precisamente, la que se ali?? con los dem??cratas para forzar el voto sobre la divulgaci??n de los archivos. Seg??n la legisladora, a quien Trump acusa de alta traici??n, la transparencia deb??a estar por encima de cualquier nombre, incluido el del presidente.

Ahora, con la ley aprobada y el reloj corriendo en contra, los ojos apuntan hacia Bondi y el Departamento de Justicia.

Pero, la controversia est?? lejos de desaparecer. La ley incluye una serie de excepciones que le permitir??an a la fiscal abstenerse de revelar la totalidad del contenido. Entre otras, las que hablen sobre informaci??n que afecte investigaciones en curso, a menores de edad, que contengan material altamente sensible o asuntos que comprometan la privacidad de terceros.

No es coincidencia entonces que, justo en los d??as previos al voto, Trump orden?? abrir nuevas investigaciones sobre varios dem??cratas mencionados en los documentos , una movida que podr??a justificar la activaci??n de estas excepciones y as?? mantener ??reas enteras del expediente en la sombra.

Pero, la decisi??n ha generado a??n m??s sospechas, pues fue el mismo Departamento de Justicia el que concluy?? que no hab??a nada m??s por investigar.

Es ah?? donde muchos analistas coinciden en que, pol??ticamente, Trump ya perdi??. Si los archivos se publican completos y lo mencionan quedar?? debilitado (se ha dicho que el presidente es mencionado al menos 1.700 veces en los documentos y que fue una de las razones para archivar el caso). Pero, si no se publican completamente, lucir?? como un encubrimiento.

???La esperanza, creo yo, era que esto se ir??a desvaneciendo y el p??blico perder??a inter??s. Pero ese nunca fue el caso. Este es un tema imposible de manejar porque es imposible demostrar un negativo. Trump dice que no sab??a nada de lo que hac??a Epstein. Pero ??c??mo demuestras eso????, dice Terry Sullivan, estratega pol??tico republicano que trabaj?? en la campa??a presidencial del secretario de Estado Marco Rubio en 2016.

Para Pia Caursone, consultora en la firma SKDK, la propia naturaleza del movimiento Maga, muy propenso a considerar teor??as de conspiraci??n, hace improbable que el tema desaparezca de la noche a la ma??ana. Lo que podr??a ser un problema para Trump y el partido republicano de cara a las elecciones legislativas de mitad de t??rmino en las que se juegan el control del Congreso.

???El peligro es que el surgimiento a cuentagotas de nuevas revelaciones mantenga este tema con vida todo el a??o entrante y deprima el voto republicano. Sobre si es la administraci??n misma la que contin??a bloqueando la publicaci??n de los archivos o parte de ellos???, sostiene Caursone.

Por supuesto, los problemas no son solo para Trump.

Lo ocurrido esta semana con Larry Summers, ex secretario del Tesoro de Clinton que tuvo que renunciar esta semana a su asiento en el directorio de OpenAI -la compa????a detr??s de ChatGPT- luego que se conocieron correos electr??nicos con Epstein altamente comprometedores, ilustra que muchas otras figuras podr??an quedar expuestas.

Epstein, se sabe, ten??a un ???libro negro??? en el que supuestamente est??n incluidos altos ejecutivos, pol??ticos, diplom??ticos y celebridades.

Para Trump, no obstante, el caso es un recordatorio de que por m??s tefl??n que tenga hay manchas que cuestan mucho m??s trabajo de despegar y sobre las que ni el poder ni la lealtad de la base ni el control institucional pueden borrar del todo.

SERGIO G??MEZ MASERI - Corresponsal de EL TIEMPO ??? Washington - @sergom68