La tarea pendiente de M??xico en la lucha contra la desaparici??n forzada

Cada a??o, el 26 de septiembre, aniversario de la desaparici??n forzada de 43 estudiantes en Iguala (Guerrero, M??xico), familiares de las v??ctimas y estudiantes conmemoran el crimen y reiteran su exigencia de justicia. Este a??o, manifestantes marcharon en la Ciudad de M??xico para exigir avances en la investigaci??n del caso, que lleva once a??os sin resolverse.

En una naci??n que durante d??cadas ha combatido el crimen organizado y sus efectos, las desapariciones forzadas se han convertido en un problema nacional: m??s de 130.000 personas han desaparecido desde la d??cada de 1950, y entre 2007 y 2023, las autoridades han encontrado casi 5.700 fosas comunes clandestinas en todo el pa??s.

La crisis se agrav?? despu??s de 2006, cuando la militarizada ???guerra contra las drogas??? del gobierno fragment?? a los c??rteles y aliment?? ciclos de violencia. Seg??n datos oficiales, la mayor??a de personas desaparecidas se han reportado en las ??ltimas dos d??cadas, convirtiendo lo que antes eran casos aislados en una epidemia nacional.

Analistas y acad??micos se??alan que muchas de las desapariciones est??n asociadas con el crimen organizado, ya que los c??rteles de la droga contin??an extendiendo su alcance, recurriendo al reclutamiento forzado y al encubrimiento de homicidios. Sin embargo, los casos tambi??n apuntan a la participaci??n de las autoridades estatales, en colusi??n con redes criminales.

En respuesta a la crisis, la presidenta Claudia Sheinbaum declar?? el problema como ???prioridad nacional??? y anunci?? nuevas medidas gubernamentales para abordarlo, incluyendo ???reconocer la verdad de los hechos y hacer justicia a las v??ctimas y sus familias???.

Sin embargo, desde que Sheinbaum asumi?? el cargo, en octubre de 2024, m??s de 14.800 personas han desaparecido, aproximadamente 40 al d??a. Esta tasa diaria es casi el doble del promedio de 23,5 al d??a de Andr??s Manuel L??pez Obrador entre 2018 y 2024, casi el triple de los 14,3 de Enrique Pe??a Nieto y m??s de cinco veces los 7,2 de Felipe Calder??n. Aunque parte del aumento puede reflejar una denuncia m??s rigurosa de los casos, las cifras subrayan que la crisis se ha acelerado bajo el gobierno de Sheinbaum.

El Dr. Ignacio Santiago P??rez fue a trabajar una ma??ana en pleno auge de la pandemia de covid-19 y nunca regres?? a casa. Tras llamar a su cl??nica en la Ciudad de M??xico, su esposa, Carolina Espinosa, se enter?? de que hab??a salido a la hora habitual. Sus colegas llamaron a hospitales de toda la ciudad, pero no encontraron nada. Espinosa acudi?? a la fiscal??a local, pero fue remitida a otra, donde su denuncia no se tramit?? sino hasta las 4:30 a. m. Cinco a??os despu??s, ella sigue lamentando haber pasado sin orientaci??n esas primeras horas, que los expertos consideran vitales para localizar a una persona desaparecida.

Espinosa est?? lejos de ser la ??nica en su desesperada b??squeda de respuestas ???o en sus exigencias de que el gobierno haga m??s para ayudar a las personas a encontrar a sus seres queridos???. De hecho, muchos familiares de los desaparecidos han denunciado desde hace tiempo la escasa o nula ayuda del gobierno, y los activistas se han unido para buscar a las personas por su cuenta, a veces desapareciendo ellos mismos.

Aunque Sheinbaum ha dicho que es deber de su gobierno apoyar a los familiares de los desaparecidos, muchos activistas y defensores de las familias afirman que las autoridades no han enfrentado la magnitud del problema. Gran parte del sistema se encuentra en caos, con instituciones sobrecargadas y una renuencia de las autoridades a reconocer la gravedad de la crisis.

???Creo que se debe a la crisis de seguridad nacional???, declar?? Alejandra Ortiz D??az, abogada que trabaja con la ONG mexicana Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, con sede en Monterrey. ???Los fiscales simplemente no pueden con la carga de trabajo. El pa??s se est?? militarizando cada vez m??s, pero eso no ha resuelto el problema???, dijo a Americas Quarterly.

Las autoridades argumentan que ya est??n tomando medidas. Mientras Sheinbaum fue alcaldesa de la Ciudad de M??xico, por ejemplo, el gobierno ampli?? su aparato de respuesta, creando un sistema de alertas r??pidas, brigadas de b??squeda y equipos forenses. Durante su mandato, la capital redujo a la mitad su tasa de homicidios; sin embargo, los analistas sostienen que replicar este ??xito a nivel nacional requerir??a reformas judiciales radicales y mejores relaciones bilaterales con Estados Unidos.

Las autoridades de la capital lanzaron un plan de cinco a??os con un costo aproximado de 14 millones de d??lares, enfocado en la creaci??n de equipos forenses y la mejora de la tecnolog??a usada en la b??squeda, incluyendo el uso de drones y una base de datos centralizada de ADN. Seg??n Luis G??mez Negrete, nuevo director de la Comisi??n de B??squeda de la Ciudad de M??xico, la ciudad tambi??n est?? reestructurando su sistema de seguimiento de casos.

???No estamos viendo necesariamente m??s desapariciones, sino un sistema que finalmente comienza a reportarlas con mayor transparencia???, le explic?? G??mez Negrete a Americas Quarterly. ???Ese cambio por s?? solo puede hacer que parezca un aumento repentino???. El nuevo modelo de seguimiento puede agrupar los casos por patr??n o regi??n, lo que ???nos permite identificar tendencias y priorizar las zonas de alto riesgo???, a??adi?? G??mez Negrete.

El plan de la ciudad tambi??n incluye un registro centralizado que integra los informes de la polic??a, la fiscal??a y las comisiones; un mecanismo simplificado para que las familias puedan hacer seguimiento a los casos, y unidades interinstitucionales capaces de movilizarse r??pidamente. Adem??s, la ciudad identific?? zonas de alto riesgo con antecedentes de desapariciones. ???Estos pueden parecer ajustes burocr??ticos???, dijo G??mez Negrete, ???pero lo cambian todo. Si no organizamos la b??squeda, seguiremos perdiendo conexiones y las familias seguir??n haciendo el trabajo solas???.

Las autoridades se enfrentan a grandes desaf??os en muchos niveles. Algunas de las nuevas medidas han generado controversia, como una ley aprobada en julio que crear?? un sistema nacional de identidad biom??trica. ??

Los cr??ticos, entre ellos numerosos familiares de desaparecidos, argumentan que dicho sistema no resolver??a la crisis, sino que crear??a un mecanismo de vigilancia masiva. Sus partidarios afirman que ayudar??a a las autoridades, las familias y las instituciones a coordinarse mejor y a realizar b??squedas r??pidas. En cualquier caso, un nuevo sistema de rastreo no aborda en gran medida los desaf??os institucionales que est??n en el fondo de la crisis.

De hecho, muchos laboratorios forenses enfrentan una acumulaci??n de casos, las bases de datos policiales suelen estar desorganizadas y las agencias a??n tienen dificultades para coordinar su trabajo. ??

Una encuesta de Human Rights Watch de 2025 revel?? que solo el 17 % de los casos de homicidio intencional entre 2010 y 2022 resultaron en ??rdenes de arresto o procesamientos. Estos problemas de larga data han dejado a los cr??ticos del gobierno y a muchos familiares de los desaparecidos profundamente esc??pticos. Las nuevas medidas parecen, en gran medida, superficiales y las autoridades siguen mostrando demasiada reticencia a investigar y procesar a los suyos. Por lo tanto, los colectivos de b??squeda y las familias se han vuelto fundamentales para localizar a las personas desaparecidas, llenando los vac??os sistem??ticos en la acci??n estatal.

???Las autoridades solo revisan protocolos. No estoy segura de que realmente les importe???, dijo Paulina Rodr??guez, antrop??loga y defensora de derechos humanos que recientemente particip?? en una b??squeda en ??lvaro Obreg??n (Ciudad de M??xico). ???El acceso a la justicia es algo por lo que luchamos en barrancos y basureros, no algo que el Estado otorga???, a??adi??.

Hasta ahora, el enfoque del gobierno ha producido resultados limitados. Algunas familias han notado leves mejoras en la capacidad de respuesta y en los protocolos, pero aseguran que a??n no es suficiente. Los cambios concretos que Sheinbaum prometi?? como prioridad nacional todav??a no se han materializado.??

Ahora, el gobierno mexicano enfrenta una creciente presi??n por parte de la administraci??n estadounidense para frenar el crimen organizado, incluso con amenazas de usar fuerza militar. Mientras tanto, para las familias de los desaparecidos, la b??squeda no se detiene.

Despu??s de que Ignacio Santiago P??rez, el m??dico desaparecido durante la pandemia, nunca regresara a casa, la vida cambi?? para su esposa. Ya no pone la mesa para dos, una rutina a la que se aferr?? durante a??os tras la desaparici??n de su esposo. En cambio, sus d??as giran en torno a rituales de ausencia: revisar expedientes, rastrear puntos de GPS y unirse a grupos de b??squeda en barrancos y basureros.

???Aunque solo sea una parte de ??l???, dijo, ???quiero saber d??nde est?????. Hace tiempo pudo obtener algunas pistas consultando su historial de Google Maps de la noche de su desaparici??n. Encontr?? una ??ltima se??al de una torre de telefon??a en el sur de la Ciudad de M??xico y grabaciones de c??maras de seguridad que mostraban al m??dico saliendo del trabajo, parqueando brevemente y luego girando a la izquierda, en direcci??n contraria a su casa. Cinco a??os despu??s, esa sigue siendo la ??ltima vez que lo vio.

Mark Viales - Americas Quarterly.??

Este art??culo fue editado por razones de espacio.